¿Cómo se cuenta este momento histórico? ¿Con qué apuesta narrativa nos corremos de las agendas y provocaciones que proponen las ultraderechas? ¿Hay que responder siempre? ¿Cuál es el lugar de la palabra crítica?
Con estas preguntas como punto de partida, la periodista y documentalista Ana Cacopardo compartirá una charla abierta imperdible.
Desde su vasta experiencia en el documentalismo y la televisión pública Ana Cacopardo propone pensar sobre los retos que plantea el actual contexto signado por una fuerte regresión democrática y un ecosistema de medios y redes cada vez más concentrado, regido por el modelo de negocios de las plataformas y fuertemente atravesado por discursos de odio.
Ana Cacopardo condujo en Canal Encuentro la icónica serie “Historias debidas” y recorrió nuestro continente para proponer una mirada propia sobre las agendas contemporáneas de derechos humanos y género. Un periodismo audiovisual fuertemente territorial que desplegó el arte de la entrevista en profundidad, abordando técnicas para generar vínculos genuinos con los protagonistas de las historias, capturar relatos significativos y trasladar esas voces a la pantalla con sensibilidad y rigor.
“Este tiempo tiene algo de apocalíptico. Parece que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin de este capitalismo depredador. El relato del podcast apuesta a la comprensión, no a alimentar la fatiga apocalíptica que nos angustia. Los feminismos nos enseñaron a apropiarnos de lo monstruoso como forma de salirse del molde. Esa es la mirada que nos interesa”, apunta Cacopardo. En la apertura de cada episodio, la voz de Manuel Callau afirma esa búsqueda: “En este podcast encontrarán monstruos pero también destellos en la oscuridad”.
Además, compartirá el detrás de escena de su más reciente proyecto, Los monstruos andan sueltos, un ciclo de podcast disponible en elDiarioAR y diversas plataformas de audio y video. En esta serie, Cacopardo se sumerge en el auge de las nuevas derechas en América Latina, alejándose de los discursos institucionales para explorar las transformaciones sociales que han propiciado su expansión.
Esta masterclass será una oportunidad única para quienes buscan acercarse al desafiante mundo de la producción documental sobre temáticas complejas, comprender cómo se construyen narrativas que interpelen al espectador y profundizar en el rol del documentalista como mediador de historias silenciadas.
Ana Cacopardo es periodista, productora y documentalista. Su labor en el periodismo y el documentalismo se ha centrado en las agendas de derechos humanos y género de su país y América Latina. Es docente de posgrado y codirige el Grupo de Trabajo “Memorias colectivas y prácticas de resistencia” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Fue Directora Ejecutiva de la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires (2004-2010). Directora del Proyecto Ballena (2023) programa de pensamiento y cultura del Centro Cultural Kirchner. Productora general y conductora de series y documentales para la Televisión Pública y Canal Encuentro de la Argentina.
Su programa “Historias debidas” e “Historias debidas Latinoamérica” (2000-2023) incluyó especiales documentales y entrevistas a Ernesto Cardenal (Nicaragua), Alvaro García Linera (Bolivia), Lila Downs (México), Lohana Berkins (Argentina), Baltasar Garzón (España), Rosalina Tuyuc (Guatemala), Isabel Allende (Chile), Suelma Beiruk (República Árabe Saharaui), Silvia Rivera Cusicanqui (Bolivia), Elena Poniatowska (México), Patricio Guzmán (Chile), Macarena Gelman (Uruguay).
Codirigió los documentales “Cartoneros de Villa Itatí” (2003), “Un claro día de justicia” (2006) y “Ojos que no ven” (2009). Entre otras series y documentales codirigió “El pasado que no pasa” (Guatemala, 2012), “Ayotzinapa” (México, 2015) y “24 en la lista” (Argentina Canal Encuentro, 2022-2023).
Distinciones por su labor periodística:
· Premio Lola Mora (2013)
· Premio Democracia por su labor en el periodismo audiovisual (2020)
· Premio TAL en la categoría +Democracia otorgado a las mejores producciones de las televisiones públicas de América Latina por la serie “24 en la Lista” (2023)
· Premio Lola Mora Trayectoria por su contribución a las agendas de la igualdad y lucha contra la violencia de género (2023)
Compartimos una entrevista realizada por la Universidad de Chile a Ana, como parte del encuentro “Transformaciones socio-ecológicas en América Latina: crisis, luchas y desafíos para el siglo XXI”
Cuando consideras que la naturaleza es una cosa, se habilita todo tipo de violencia; desde la violencia fundante que fue la violencia colonial, hasta las violencias neocoloniales que son las que atraviesan hoy a todo el continente, con una lógica de consumo y destrucción. Entonces me parece que en la medida que seamos capaces de cambiar la mirada vamos a volver visibles esa violencia, que en parte me parece de la tarea que tenemos nosotros desde el periodismo y la comunicación. Esas violencias hay que nombrarlas, hay que desnormalizarlas; tenemos que usar categorías que nos permitan nombrarlas, como las feministas pudimos nombrar femicidios. Del mismo modo que cuando yo pienso el proceso de desalojo de la población en una isla del Delta porque avanza el modelo barrios privados, bueno, estoy hablando de desplazamiento forzado.
Yo me paro en el periodismo siempre con la pregunta del sentido político de lo que hago. Siempre la pregunta es cuáles son las agendas, cuáles son los actores sociales, cuáles son los voceros de las organizaciones cuando pensamos a quiénes vamos a entrevistar.
Creo que tenemos una incidencia relevante para visibilizar conflictos, para proponer un encuadre de sentidos, para comprender la realidad. Lo que pasa es que esto de inducir esta reflexión no lo podemos disociar del mapa de medios. Hoy más que de medios, tenemos que hablar de ecosistemas de redes, medios, plataformas, que es mucho más complejo.
El ecosistema de medios en la Argentina ya estaba muy mercantilizado. El gran riesgo es que la mercantilización se profundice, porque el gobierno está atacando todo el sistema público de medios, toda la estatalidad que promueve la producción audiovisual: el INCAA está paralizado, está paralizada la producción de todos los canales públicos, cerró Télam, la agencia de medios del Estado.
Hay un escenario muy interesante de rebeldía y los estudiantes por primera vez se están movilizando masivamente, y a mí eso me da mucha esperanza. Estamos en este momento donde Chile está recordando sus cinco años de inicio de la revuelta, y eso lleva a hacer memoria de un movimiento estudiantil que articuló muchos descontentos que interpelaron la herencia pinochetista. Creo que eso abrió un proceso muy valioso para la sociedad, y tengo la esperanza de que este ataque a la universidad pública y gratuita que abiertamente ha emprendido el gobierno sea un aglutinador del descontento que hoy existe en la Argentina.
En Argentina veníamos de mucho desencanto con el último gobierno peronista y con el gobierno de Macri, y veníamos además con el impacto de la pandemia en términos de desigualdad, de más concentración de la riqueza, de muchos jóvenes desencantados con la política, sin poder construir un horizonte de futuro. Este es un escenario que le exige a los movimientos populares reconstruirse, hacer un buen diagnóstico de lo que está pasando en la sociedad.
Primero, disfruto el género de la entrevista como un espacio que me gusta cada vez más nombrar como conversación, como un encuentro con un otro, con la voz de un otro que me gusta que me interpele a mí y al espectador. Es un espacio donde juega un rol muy importante el silencio, no solamente que habilita la palabra del otro, sino el silencio que toma nota de la emocionalidad de quien estás entrevistando; porque no solamente habla de la palabra, cuando hacemos entrevista en televisión tienes el cuerpo, el brillo en los ojos, la gestualidad.
Me gusta mucho en la situación de entrevista también dejarle espacio, que se despliegue la emocionalidad, tanto la del entrevistado como la propia. Es parte de una conexión empática con el perfil de personajes que me interesan trabajar. “Historias debidas” consta de una agenda de personas que considero que es relevante que su palabra esté en la esfera pública, que vienen a abrir otras miradas, otros mundos que nos vuelve mejor escuchar, que interpelan tu sentido común, tus propias estreches.
A mí me parece una herramienta política muy poderosa, porque en una entrevista no solamente trabajas con un activista, trabajas con la condición humana de la persona que estás entrevistando y tus preguntas también son por el miedo, por el coraje, por la soledad, entonces todo eso genera lo que necesitamos imperiosamente en este tiempo, que es reconocernos en la vulnerabilidad de lo humano. Ahí hay un espejo formidable y una herramienta que a mí me encanta transitar.